Juan José Rodríguez Soler es un Madrileño de 40 años, ergónomo de profesión que ha dedicado más de 10 años a la investigación aplicada sobre los procesos perceptivos básicos, en los últimos años se ha adentrado en la fotografía experimental intentando confluir la psicología, la fotografía y el arte visual.
Mis comienzos pasan por la experimentación con la técnica de exposiciones múltiples, disparar varias fotografías dentro del mismo fotograma, y con la macrofotografía. Con el paso a la fotografía digital, descubro un nuevo campo el del procesamiento de la imagen con ordenador, lo cual me ha permitido solapar conocimientos desde mi ámbito profesional, y rescatar mis aficiones sobre el comic.
Me sorprendió mucho que Vicente Segrelles (el mercenario) se pasara del óleo al ordenador, o Richard Corben (mundo mutante), extendiera su obra llena de colores ricos y escenas con mucha profundidad de campo, al terreno audiovisual.
Hace tiempo de los pintores del hiperrealismo , (por ejemplo. Malcom Morley, Chuck Close y Duane Hanson), en los cuales actualmente también busco mi inspiración, también sufrieron una fuerte crítica, el proceso de deformación de la realidad desde la cámara fotográfica al lienzo parece que no sento del todo bien.
Considero que hoy en día, y de una manera parecida, hay una tendencia a criticar el retoque digital, para mí el retoque digital es una continuación de la fotografía, no se trata de arreglar sino de aumentar las posibilidades de la cámara con la potencia del ordenador.
En el plano de mi obra, la cámara llega a cubrir el concepto de la escena, identificando los actores y el contexto de la misma. Pero a través del trabajo con ordenador, consigo rescatar detalles lumínicos que están fuera del alcance del fotómetro de la cámara, iluminando partes de la escena oscurecidas por sombras, resaltando detalles de los personajes, y cambiando la relación espacio-tiempo de la escena mediante el coloreado de las diferentes zonas.
Este enfoque conlleva un proceso largo y madurativo de trabajo, en el que cada fotografía requiere de un procesamiento individual, lejos de lo industrial o del procesamiento en cadena, no basta con aplicar uno u otro algoritmo, ya que los ajustes son diferentes y vienen dados por el concepto abstraído desde la cámara.